Bienvenidos al septuagésimo quinto programa de EL TERCER PLANETA emitido el 18/11/2021 y conducido por Julio A. Guerrieri y Sergio O. Rubinetti ... y gracias por estar.
El cerebro humano interpreta al Universo que lo rodea. Todo, absolutamente todo lo que sabemos está en una masa neuronal que pesa alrededor de 1300 grs. El cerebro utiliza energía para pensar. Y de esos pensamientos, surgen a veces ideas realmente maravillosas. Una de ellas es la noción del INFINITO. Este concepto producido por la química cerebral ha cautivado a las grandes mentes a lo largo de la historia. Consideramos al INFINITO como algo que jamás acaba, algo insondable que por más y más que pensemos, no llegamos jamás a comprender. Es como algo que escapa a nuestra mente, algo que no nos pertenece y que deseamos tener. El infinito se presenta como un desafío intelectual y como un sentimiento primitivo. Y de ninguna forma se deja atrapar, ni siquiera acercársele; nos elude permanentemente.
Entonces queremos verlo, tocarlo, interpretarlo. Y otro invento del cerebro humano que es la Matemática acude a nuestra ayuda. Los conjuntos transfinitos nos dicen que el INFINITO tiene jerarquías consigo mismo. A cualquier número que escribamos ó imaginemos se le puede agregar siempre otro número, por ello los números son infinitos. Pero cuando comparamos esta bella idea con la realidad, tenemos problemas. Porque en la Naturaleza no existe el INFINITO. Tomemos como ejemplo la velocidad: el desplazamiento tiene un límite: trescientos mil Km./s que es la velocidad de la luz. Con las temperaturas ocurre lo mismo: el máximo frío que se puede alcanzar es de “solo” -273,16 º C bajo cero, no existe en el Universo una temperatura más baja. El mismo Cosmos tuvo un comienzo donde se originaron el tiempo, el espacio, la materia y la energía, luego no es INFINITO.
Vemos que velocidad, temperatura, tiempo y espacio no son INFINITOS. Estamos equivocados? Son falsos nuestros sentidos? Por qué el pensamiento humano es tan desbocado?
Bueno a no desesperarnos, después de todo, quizá el INFINITO no sea más que un ocho acostado.
view more