Bienvenidos al centésimo séptimo programa de EL TERCER PLANETA emitido el 07/09/2012 y conducido por Julio A. Guerrieri y Sergio O. Rubinetti ... y gracias por estar.
La carrera espacial ha terminado hace muchas décadas. En la Tierra algunas compañías privadas junto con los gobiernos han tomado la iniciativa para los viajes, los proyectos y la colonización espacial como única forma de poder salir de un planeta falto cada vez más de recursos naturales renovables. A pesar de la reeducación global y la toma de conciencia de la mayor parte de la población de que el planeta azul debe ser cuidado como un ser vivo en el sentido de no privarlo por completo de sus recursos primigenios, el Cambio Climático Global no pudo ser detenido. Y no solo eso: avanzó más rápidamente de lo calculado no dando tiempo a la toma de medidas precautorias en el área de la salud y la alimentación.
En medio de todo este cuadro desalentador parecía innegable tratar de concretar de una vez y por todas, saltando todas las trabas burocráticas, diplomáticas y políticas que los organismos y varias naciones venían promulgando desde hacía mucho tiempo desoyendo los consejos y advertencia de técnicos y científicos, la habitabilidad del planeta Marte. Las unidades y complejos habitacionales para miles de personas estaban esperando solo a que se encendiera la luz al entrar. Acueductos y sumideros de agua potable acumulados durante cada invierno marciano y descongelados a partir de la primavera estaban listos para ser utilizados. Las plantas de oxigenación mantenidas con energía fotovoltaica algunas y energía nuclear otras podían mantener ganado y pasto en las cavernas del Valle Marineris suficiente para abastecer la demanda de un país y aún estaban sin ser utilizados.
Cuantas cosas podrían lograrse si se toma la decisión de emprenderlas.
Este panorama bien podría acercarse a la realidad dentro de un par de siglos. Es mejor jugar con un cuento que con la realidad, sobre todo, si se encuentra toda la Humanidad como víctima.
La decisión está en nosotros mismos y no hagamos que el argumento de un cuento de hoy, sea la crónica marciana del futuro.
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