Temas a tratar:
Desarrollo:
1. Recordando
La biblia se interpreta a sí sola.
En Daniel capítulo 2 vemos “la imagen”, la misma interpretación de la imagen está en el libro. Vemos lo mismo en Daniel capítulo 7, las 4 bestias son los mismos 4 reinos que en la imagen (Daniel 2).
Hay un mar turbio, este mar representa muchedumbre, naciones y pueblos (Apocalipsis 17:15).
Cuando la muchedumbre es pacífica es como un mar de cristal, pero cuando hay guerra y turbulencia vemos naciones, personas levantándose unas contra otras.
Cuando los vientos soplan contra el mar se levantan bestias.
2. Anciano de días
Leemos Daniel 7:1-12 (NTV)
Daniel ve el trono de Dios, el trono que gobierna el universo (también en Isaías 6:5 / Apocalipsis 1:17) y al Anciano de días.
En el principio Él ya era, en el primer día (Génesis 1) Él ya era anciano.
El Anciano de días es Jesús, y esta misma descripción del verso 9 la encontramos en Apocalipsis 1.
El Anciano de días no se trata de Dios el Padre, recordemos:
Dios Padre no tiene aspecto humano, es la segunda persona de la trinidad que tiene aspecto humano.
Cada vez que veas a Dios como hombre es Jesús, a esto se le llama “teofanía”:
3. Lo que está escrito
El Anciano de días se sienta en su trono de gloria y esplendor, pero Daniel es distraído por las palabras que habla el cuerno pequeño.
Este cuerno pequeño “parece” más grande que los otros cuernos. Presume de grandes cosas contra el que está sentado en el trono.
El cuerno pequeño es un tipo de anticristo, quiere distraer nuestros ojos de Dios hacia él.
Es claro lo que quiere hacer el diablo, siempre quiere sentarse en el templo de Dios y ser como Dios (2 Tesalonicenses 2:3-4).
El anticristo, hay muchos entre nosotros (1 Juan 2:18), lo vemos desde el huerto y habla la misma mentira siempre: tú puedes ser como Dios (Génesis 3:5).
Y esta mentira nos hace creer que no necesitamos de Dios, que no necesitamos que se siente en el trono de nuestras vidas, es ahí donde entra el “a mi me parece”.
Este cuerno pequeño tiene ojos, boca y está hablando porque quiere distraerte de la gloria de Dios. El enemigo quiere distraernos de lo que está pasando del trono.
La respuesta ante esto es: ¡No quites tu ojos del trono, mantén tus ojos en Jesús!
Lo que el enemigo hace es limitado, cuando Dios está por hacer algo el enemigo quiere distraernos.
Hoy en día el enemigo habla contra Dios, contra la iglesia y quiere sentarse en la iglesia.
No se trata de guerrear en contra del cuerno, se trata de fijar tus ojos en Jesús y en la palabra. Jesús ganó la victoria
En la vida hay cuernos pequeños, hay distracciones pero el Anciano de días se sentó y no cambia lo que ya está escrito.
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