Hoy hablamos del tercer camino del emprendimiento: La suerte. Y es que en mi experiencia, juega un papel mucho mayor del que nos pensamos.
Pero antes, recordemos que hoy finaliza el curso de creación de presentaciones con inteligencia artificial, en el que vemos viendo cómo crear presentaciones con herramientas de IA, para que nos generen tanto el diseño como contenido de las mismas.
Y ahora sí, hablemos de la suerte en los negocios. Y es que aunque no se hable mucho de ello, la suerte desempeña un papel importante en el éxito de un negocio.
Con 25 años de experiencia emprendiendo (empecé en 1999 montando una SL que duró más bien poco), puedo decir que he visto cómo el "factor suerte" ha influido tanto en mis propios emprendimientos como en los de mis clientes. Vamos, en mi humilde opinión.
Cuando hablo de suerte, me refiero a los factores desconocidos e imprevistos que pueden influir en el funcionamiento de un negocio. Aunque me considero superdeterminista y creo que si pudiéramos conocer todas las variables podríamos predecir el futuro, también reconozco que esto no es posible. Por lo tanto, hay cierto grado de pseudo aleatoriedad que puede beneficiarnos o perjudicarnos, y a esto lo llamamos suerte o mala suerte.
En el caso de los negocios, la suerte puede manifestarse de diferentes maneras. Puede ser que variables desconocidas favorezcan el éxito de nuestro negocio, o puede ser lo contrario, que nos perjudiquen. Aunque podemos conocer algunas variables y usar ese conocimiento para validar o refutar un negocio, siempre habrá otras variables que no tendremos en cuenta y que pueden influir en el resultado.
En muchos casos de clientes, he podido observar que la suerte ha sido un factor determinante. Estar en el lugar correcto en el momento adecuado, probar productos sin expectativas, tener una corazonada, recibir una mención inesperada de un famoso o que un video se haga viral, son algunas situaciones en las que la suerte ha jugado un papel importante en el éxito de un negocio.
Por ejemplo, tengo un cliente que vende cajas de cartón y factura millones cada mes. ¿Cómo empezó? Porque tenía una inversión inicial que solo le permitía invertir en ese tipo de producto. Otro cliente vende suministros a hospitales y comenzó su negocio después de conocer a alguien que fabricaba estos productos durante un viaje de vacaciones. En ambos casos no hubo estudios de mercado ni análisis exhaustivos, simplemente surgieron oportunidades fortuitas que fueron aprovechadas.
Aunque los estudios de mercado son válidos y pueden ayudarnos a descartar ideas poco viables, es importante reconocer que no podemos validar al 100% un negocio a través de ellos. Hay demasiadas variables desconocidas en juego.
Sin embargo, y ojo que esto es importante, la buena noticia es que hoy en día es más fácil y económico probar ideas de negocio. Podemos lanzar un Producto Mínimo Viable (PMV) sin realizar grandes inversiones, Estadísticamente, se espera que una de cada diez ideas funcione, y como "equivocarse es barato", podemos probar tantas veces como haga falta.
Ahora es mucho más accesible emprender, ya que solo necesitamos una página web, una propuesta de valor, y cierta visibilidad y alcance que podemos conseguir a través de los tres caminos: Tiempo, dinero, suerte. Hace un par de generaciones, sin la tecnología que tenemos hoy en día, cada intento era mucho más arriesgado y caro.
Como dijo Gary Player, uno de los mejores golfistas de la historia (que solo conozco por esta frase, debo ser sincero), "cuanto más entreno, más suerte tengo". Esto también es aplicable a los negocios. Aquellos emprendedores que han probado varias veces antes de tener éxito, han aprendido de sus errores y han aumentado su conocimiento y experiencia, así como el "número de intentos" de la tómbola del mundo, lo que les ha permitido aprovechar las oportunidades favorables con mayor probabilidad.
Así pues, aunque la suerte desempeña un papel importante en los emprendimientos o negocios, podemos utilizar estudios de mercado low cost para descartar lo más evidente y luego probar una y otra vez hasta dar con una idea que funcione. Con dedicación, perseverancia y aprovechando las oportunidades que se presenten, es muy probable que podamos montar un negocio que nos guste y del cual podamos vivir.
Ya sé que este episodio se sale un poco de lo habitual, pero espero que haya sido de vuestro interés, o que al menos os anime a probar sin miedo a equivocarse. :)
Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, estar ahí, al otro lado, y especialmente por suscribiros a los cursos y a los audiocursos para hacer esto sostenible, porque sin vosotros esto no sería lo que es, sin vosotros esto simplemente, no sería.
¡Hasta aquí el programa! Es viernes, o sea que ya sabéis lo que toca: Descansad, relajaros y recargad pilas, porque regresamos el lunes con más y mejor: Vuestras preguntas, las protagonistas de la jornada. Hasta entonces... ¡Muy buen fin de semana!
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