Se llama así a una serie de síntomas como mareos o depresión que han sentido diplomáticos, sobre todo en las embajadas estadounidense y canadiense, en La Habana. Después vinieron otras casas diplomáticas en otros países. La teoría de la conspiración nos habla sobre tecnología secreta, armas sónicas y demás artilugios para desestabilizar a los adversarios ideológicos. Hay algunas novedades que podrían dar un giro a estas extrañas enfermedades ocasionadas entre la diplomacia, algunas de las cuales apuntan a Rusia.
view more