Una gran parte de los trabajos que implican utilizar un ordenador el 100% del tiempo se han pasado al formato teletrabajo o formato híbrido.
En realidad ningún trabajo de este tipo debería ser ocupado al 100% por un ordenador. También hay que darle al coco, pero eso te lo cuento la semana que viene.
Esta nueva situación divide las opiniones tanto de empleadores como de empleados. Si bien la gran mayoría de ambos prefiere el teletrabajo, todavía hay algunos empresarios controladores que no saben tratar a las personas y los tratan precisamente como muebles inventariados.
Y claro, necesitan que vayan a la oficina.
Pero también hay un grupo de empleados que no se siente cómodo con el teletrabajo. Creo que hay dos motivos fundamentales, y esto es pura opinión por mi parte no contrastada.
Por un lado estos empleados se distraen mucho y no son productivos trabajando desde su casa. Por otro lado, no disponen en casa de un entorno cómodo para trabajar.
El entorno adecuado de trabajo no consiste sólo en una buena pantalla de ordenador y una silla cómoda.
Recuerdo a todos, empleados y empleadores, que un reposapiés es de obligado uso para mejorar la comodidad de la postura de trabajo.
Aún así no son esas las cosas de las que quería hablar hoy, sino de la mesa de trabajo en sí misma y de la amplitud del espacio de trabajo.
Esas llamadas praderas de trabajadores en mesas corridas de las grandes cárnicas, digo consultoras, siempre me han parecido un despropósito.
Si comparo ese espacio de trabajo con el que tengo yo en casa, y el que creo que debe tener todo trabajador, esas praderas para mí son insufribles.
La comodidad a la hora de trabajar es fundamental. Y la vista juega un papel predominante en nuestra vida. Espacios abiertos, amplios, luminosos, son mejores para la comodidad y la productividad de cualquiera.
Necesitamos espacio. No solo el de nuestra mesa de trabajo. Necesitamos espacio a los lados de nuestra mesa. Si las paredes que vemos tras la pantalla del ordenador y a los lados están limpias mucho mejor. Este punto yo no lo cumplo.
Tengo multitud de cosas tras mi pantalla, a sus lados, incluso a uno de mis flancos. No debería, porque con los flancos libres estoy mucho más cómodo, aunque no los use.
Aún así, hay un espacio sagrado para mí: a los lados de mi teclado tengo espacio vacío. Mucho espacio vacío. Mi mesa mide 1,5m de ancho, y a la derecha del teclado tengo el ratón. Y nada más a ninguno de los dos lados hasta el final de la mesa.
Espacio.
El espacio es comodidad.
La comodidad es productividad.
Tal vez a la hora de contratar a alguien en remoto habría que pedirle que enseñe su entorno de trabajo. Lo digo desde un punto de vista constructivo, para ayudar a esa persona a mejorarlo, no como una manera de controlar a nadie ni de evaluar su idoneidad para un puesto.
Mi sugerencia es que revises tu entorno de trabajo e intentes ordenar todo lo que tienes pero sobre todo, liberar espacio a tu alrededor.
Hasta pronto
Ignacio de Miguel
ignaciodemiguel.es
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