Pude encontrar un espacio para hablar con Juan Pablo Bejarano Pérez, Cofundador de la Fundación Tortuga durante el 13er Congreso de la Red de Ciclovías Recreativas de las Américas en México. En el segundo día del Congreso, la Fundación Tortuga tuvo la oportunidad de darse a conocer. Lleva su nombre inspirado en la fábula de La liebre y la tortuga, en la que la liebre puede ser representada por el auto y la tortuga por la bicicleta.
La organización sin fines de lucro lleva alrededor de 7 años constituida y que nace de encuentros entre amigos donde todos llegaban en bicicleta buscando responder a preguntas como; ¿Por qué no hacemos un poco más? ¿Por qué no llevamos nuestra vida al límite? Respondiendo a estas preguntas descubrieron que todos tenían en común la finalidad de ayudar, como menciona Juan Pablo en un escrito:
…en el momento en que nos preocupamos por los demás, entendemos que ayudar a alguien es ayudarnos a nosotros mismos”.
El grupo de amigos se organizó para crear proyectos que cumplieran con su propósito, proyectos que al pensarlos no imaginarían el impacto que tendrían como consecuencia. Me emocioné al escuchar como una serie de eventos comenzaron a ocurrir para que todo fuera posible.
El placer que compartía este grupo de amigos al correr bicicleta los llevó a desear dar esa oportunidad a otras personas. Es entonces que la Fundación Tortuga ubicada en Bogotá, Colombia, con su programa “Biciclaje” logra ayudar a personas de escasos recursos por medio de bicicletas recicladas y darle así una alternativa de movilidad.
Su idea fue tomando forma tras pensar en la manera de evadir la lógica de consumismo que la sociedad impone. Entregando lo que no se usa para ayudar a otros y de esa forma iniciar un cambio. En la actualidad la Fundación ha logrado entregar más de 850 bicicletas de forma gratuita. La experiencia ha sido que la vida de muchas personas que no contaban con un medio de transporte fuera transformada, gente que no lo veía como una opción, lo logra ver como una oportunidad. Eso nos ayuda a entender su descripción de perfil que lee:
Cuando entregas una bicicleta cambias una vida, cambias nuestro mundo” @funtortuga en Instagram
La idea de la Fundación Tortuga puede ser replicada, partiendo de cómo ellos se unieron, cómo comezaron a desarrollar propuestas y proyectos, teniendo en cuenta lo que les apasiona. Su deseo de hacer algo más, los llevó a descubrir que su idea cambia vidas. Un consejo final que nos brinda Juan Pablo en la conversación para el Podcast es:
soñar, a todos nos pasa que soñamos cosas que bajo nuestra lógica no podría ser”.
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