En 2006, a Tarana Burke le consumía el deseo de hacer algo contra la violencia sexual que veía en su comunidad. Tomó un trozo de papel, escribió "Me Too" en la parte de arriba y trazó un plan de acción para un movimiento centrado en el poder de la empatía entre los supervivientes. Más de una década después, reflexiona sobre lo que, desde entonces, se ha convertido en un movimiento global y hace una llamada poderosa para desmantelar el poder y el privilegio que están construyendo bloques de violencia sexual. "Debemos a las generaciones futuras nada menos que un mundo libre de violencia sexual", dice. "Creo que podemos construir ese mundo".
Translated by Lucía Rodríguez González
Reviewed by Ciro Gomez
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