PROVERBIA (17/Mayo/19) Bendita la luz 3ª Parte
Las crisis de dirección son oportunidades para encontrar la guía de Dios
Un amigo viajaba con toda su familia, él conducía su auto por un tramo recto, a lo lejos observo una columna de humo muy cerca de la carretera, conforme se acercaba se dio cuenta que no era una columna sino en realidad una gran nube resultado del incendio de un pastizal al lado del camino. A lo lejos pensó que el incendio era del lado contrario de donde ellos circulaban, pero conforme se acerco descubrió que las llamas estaban de su lado, y sin poder hacer nada antes de pensarlo y poder reaccionar se encontraron en medio de una densa nube de humo sin poder ver absolutamente nada. Sorprendido y bloqueado avanzó un poco, pero después, según me dice, se lleno de pánico sin saber qué hacer y se detuvo. Luego reacciono tratando de pensar qué sería lo mejor. Si avanzaba podía golpear a cualquiera frente a él, si se detenía podrían golpearlos a ellos.
Situaciones así, de humo o de niebla densa provocan graves accidentes y carambolas de vehículos con fatales consecuencias. Cuando las cosas se complican los pasajeros terminan saliendo de los autos y tratando de hacer señas a los conductores para advertirles del peligro o simplemente abandonando sus vehículos para no salir lastimados.
Mi amigo con la sombra de un accidente, avanzó lentamente sin saber que le esperaría más adelante, así siguió varios metros seguramente también con la preocupación de saber que llevaba a su familia bajo su cuidado. Transitó un poco más así, hasta que a lo lejos en medio de la penumbra, alcanzo a ver una pequeña luz, que decidió usarla como su guía, ya no importaba ver la carretera o los espejos, sino seguir aquella titilante luz, siguió un poco más y un poco más, hasta que descubrió que aquella luz era la torreta de una ambulancia que los guío hasta salir del humo. Ya fuera de peligro seguramente mientras imaginaron lo que les pudo haber pasado agradecieron por la ambulancia y su torreta encendida.
Cuando andamos por la vida así, en medio de la oscuridad o la indecisión, a veces no sabemos que sigue, no veo nada, perdí la perspectiva, no sé que más, no sé si avanzar o regresarme. ¿Y si atropello a los de enfrente?, ¿si me arrollan los que vienen tras de mí?.
Quizá la resolución de mi amigo nos pueda ser útil. Avanza, aunque sea un poco avanza, aunque no veas nada no retrocedas, un poco más, no olvides para donde ibas, y luego tal vez lo que nunca consideraste valioso o lo que pensabas que es solo para una urgencia, lo que en otro contexto no verías como guía, aunque sea titilante o tenue, bien podría ser tu salvación.
A veces pareciera casualidad, pero me sospecho que en ocasiones es un recurso de Dios para rescatarnos, y todavía mejor, a veces esa luz es él mismo dejándose encontrar, esperándote para guiarte y rescatarte.
Jesús dijo: Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas. Juan 12:46
Create your
podcast in
minutes
It is Free