Una carga es un peso que hay que llevar, una responsabilidad es una encomienda que hay que cumplir
Recientemente estuve en una mina imaginando los intrincados esfuerzos que debían hacer los mineros para extraer los minerales y sacarlos a las superficie; clave para todo esto fue el mecapal.
Aunque no se sabe quién lo inventó ni cuándo se inició su uso, el mecapal fue muy utilizado en la época prehispánica para transportar todo tipo de bienes. el mecapal o mecapalli, un objeto que consiste en una banda, hecha de algodón o de petate (fibra de ixtle tejida), que va sujeta por sus extremos a dos cuerdas, con las cuales se sostiene el objeto que se carga. La banda se colocaba en la frente del cargador para protegerlo, ya que su cabeza y cuello tenían una doble función: en primer lugar, equilibraban el bulto a partir de la frente y en segundo, distribuían el peso por todo el cuerpo del cargador, a manera de que no hubiera un sólo músculo que no recibiese parte de la carga.
El uso del mecapal requiere que el cuerpo se incline hacia adelante, cual si se hiciese una reverencia. El mecapal se usó para cargar todo tipo de bienes y en algunos casos debió ser necesario que el cargador protegiese su espalda con una tilma o manta. Algunos productos eran amarrados directamente al mecapalli, como la leña y las cañas o aquellos que se empacaban en costales, tenates y trojes de madera. Otros requerían del uacalli y el cacaxtli, especie de cajas, enrejados o entarimados de madera que servían para soportar desde animales hasta objetos pequeños y frágiles.
Los mecapaleros en las minas eran obreros que sacaban el material, subiendo por una angosta escalera, en realidad un tronco tallado en el que era fácil resbalarse, si por alguna razón el cargador perdía el equilibrio o movía la cabeza mal, caía junto con la carga y haciendo caer a los compañeros que venían tras él.
Todos somos mecapaleros, cada quien en su medida y proporción llevamos sobre nuestras espaldas responsabilidades que debemos sacar adelante, una familia, unos hijos, una empresa, alumnos, pacientes, clientes, trabajo diario, la clave para todos es llevar la cabeza en alto, no voltear hacia atrás, no hacer movimientos bruscos, no perder la cabeza.
Entiéndela, mas que como carga, como una responsabilidad, inclínate un poco al principio, recíbela con reverencia y sube, no voltees hacia donde no debes, no te involucres en lo que no necesitas, cuida tu salud, analiza tus hábitos, renuncia a tus adicciones, llevas en tus hombros, en tu espalda y dependiendo de tu cabeza equilibrada una gran encomienda. No te resbales ¿Ya viste quien viene detrás de ti?
Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”». Josue 1:9
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