Nada sorprende a Dios, nada lo distrae
Los seres humanos parpadeamos de forma automática un promedio de 17 veces por minuto, lo que significa hacerlo unas 17,000 veces al día. Un promedio de 4,200,000 veces al año. Es decir, una persona de 70 años habrá parpadeado alrededor de unas 300,000,000 de veces en su vida, sin contar los parpadeos a propósito o que hacemos por alguna molestia o irritación.
El parpadeo automático dura 0.16 segundos. Si sumáramos el tiempo que lleva parpadeando una persona de 70 años y lo juntáramos en un solo parpadeo, entonces la persona tendría los ojos cerrados por un periodo de un año y medio a casi dos años y medio.
Es increíble la cantidad de tiempo invertida tan solo en parpadear, y que bendición es poder hacerlo de forma automática, en años recientes estamos parpadeando menos, ¿a ver si sabes por qué?. Fácil y obvia la respuesta, debido a las pantallas de las computadoras, las tabletas y los teléfonos móviles, aunque el parpadeo es automático, al fijar la vista en algo que nos interesa podemos frenar el parpadeo, hacerlo unas cuantas veces no pasa nada, hacerlo por mucho tiempo no puede suceder sin sus respectivas consecuencias.
Aunque dura muy poco tiempo, eso es suficiente para que se lubriquen nuestros ojos y también para que pasen muy cosas y no las podamos notar, como cuando decimos: “solo fue un pestañeo”, y en ese preciso instante cruzo una persona que esperábamos, paso una estrella fugaz, un largo parpadeo ha provocado muchos accidentes.
Gracias a Dios por los parpadeos, que aunque parecieran un desperdicio de tiempo, nos permiten estar atentos y con una vista útil. Pero mejor aun, gracias a él, que aunque para nuestra comprensión se compara a un hombre, Dios no parpadea, no necesita hacerlo, no se distrae, no se queda dormido, no cuenta el tiempo, no cabecea. Dios es Dios y esta siempre atento a su creación, no se trata de que sea un guardaespaldas que cuida nuestra integridad física, sino que esta atento a nuestra vida, todo el transcurso de ella. Es decir, independientemente de lo que nos pase él esta al control. Cierra los ojos, descansa, Dios no parpadea.
Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. Salmo 121:4-5
Create your
podcast in
minutes
It is Free