Viajar viendo hacia atrás es viajar viendo al pasado
¿Te has preguntado alguna vez, por qué los asientos de los aviones y de la mayoría de los vehículos terrestres están dispuestos mirando hacia adelante y no hacia atrás?
De hecho según los estudios sobre seguridad en la aviación, se afirma que con los asientos orientados de espaldas a la cabina, hay mucho más probabilidades de sobre vivencia en caso de un accidente, pero desde los inicios de la aviación los asientos están acomodados viendo hacia adelante.
Entonces las razones de viajar viendo hacia adelante es por costumbre y por asuntos económicos, cambiarlos requeriría un enorme gasto a las compañías, otra de las razón de su orden es más bien psicológica. Ya que la idea de avanzar se relaciona con mirar de frente. Si los asientos estuvieran volteados, no sería extraños que muchos pasajeros argumentaran que se marean incluso antes de que el avión despegara.
Esa sensación de mareo puede suceder en los viajes en tren, por el movimiento de inercia y el efecto visual con el paisaje, pero excepto en el despegue o aterrizaje, esa sensación no existe cuando se vuela, parece que lo mejor en todos los casos es que todos quieren avanzar mirando hacia donde se avanza, ya que esto provoca seguridad, porque da la idea de tener control y la posibilidad de acción y reacción en caso de alguna contingencia y también da la percepción de ir progresando en el viaje.
Te sientes mareado en tu travesía por la vida, sientes que estas atascado y no avanzas, tal vez sea por estas viajando mirando hacia atrás, tal vez anhelas tu pasado o vives con la amargura de algo que te paso, quisieras que vuelvan aquellos buenos tiempos, o sigues esperando a alguien o volteas a ver si viene tras de ti, eso marea y hace que no disfrutes el viaje, ver hacia atrás es en realidad viajar viendo al pasado.
No vivas mareado, gira la vista al frente, viaja viendo el presente y con esperanza del futuro.
Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad. Proverbios 4:25-27
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