PROVERBIA (29/Mayo/2019) Realidad y apreciación 1ª Parte
La gente que más bendice no siempre es la más vista y celebrada
El mundo de los deportes y su reglas es muy interesante y aunque los objetivos y las formas cambian, en lo que todos coinciden es en la importancia del esfuerzo y la dedicación para obtener algún logro. Algunos atletas dependiendo su disciplina son capaces de increíbles espectáculos, pero desafortunadamente hay algunos deportes en los que el espectáculo es lo de menos.
Algunos deportes son completamente de apreciación, es decir, el puntaje se obtiene a discreción de los jueces del certamen, si a los jueces les pareció bien, darán puntos en caso de que no, no los darán aunque el publico opine lo contrario, por el otro lado están los deportes que no son de apreciación, por ejemplo el futbol Soccer donde la única forma de ganar es con goles o puntos que se obtiene por haber conseguido ganar con goles en partidos anteriores, eso significa que aunque el equipo haya dado un espectáculo sobre el dominio del balón o haber fabricado espectaculares jugadas, si no hay goles de nada sirve el show.
La vida bien podría ser como un partido de futbol, algunos salta a la cancha a dar show y vociferar de lo que son capaces, asombran con sus promesas, sus ideas y su forma de hablar, pero a la hora de la verdad, a la hora de dar testimonio con su vida o de demostrar en la práctica su teoría no saben meter goles.
La vida no es un deporte de apreciación, no te preocupes si tu vida o tus tareas no son espectaculares, no importa si nadie celebra tus esfuerzos, quizá eres una madre que solo cría saludablemente hijos sin que nadie lo note, tal vez eres un empleado cumplido y no te han dado un reconocimiento, eres un alumno que hace lo que debe, o eres un patrón justo y nadie te lo agradece, en todos estos casos estas metiendo goles, así es como se gana en esta vida, metiendo goles, los hijos no se crían diciendo que somos buenos padres, sino siéndolo, los negocios no se dan solo soñando, sino con esfuerzo y compromiso, las ventas no se dan con ganas de vender, sino vendiendo.
La vida no es un asunto de apreciación, no venimos a este campo a que nos aplaudan y dar de qué hablar, hemos sido contratados para dar resultados y poner nuestra vida para que gane el equipo y no para que nos festejen. Celebra lo que quieras, pero después de meter goles, más vale un gol en silencio que mil festejos sin resultados.
Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente. Colosenses 3:23
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