Una persona a quien conozco bien, en una ocasión siendo joven, caminaba de prisa rumbo a una cita que tenía, cuando de pronto en el tobillo del pie izquierdo sintió un pequeño piquete, se detuvo para tocarse y revisarse sospechando que era un alacrán, ya que en la ciudad donde vivía son comunes estos animales venenosos. Pero luego cambio sus sospechas por la idea de una astilla, al no ver a simple vista nada, siguió caminando aguantando la pequeña incomodidad, luego de unos cuantos pasos, sintió nuevamente otro piquete, esta vez poco más fuerte, nuevamente se detuvo, pero ahora se levanto un poco el pantalón e inspecciono por fuera su calcetín sin encontrar nada,
Create your
podcast in
minutes
It is Free