Temas a tratar:
Desarrollo:
1. Bendice a las personas, no las maldigas.
Una buena iglesia se clasifica no por la manera en cómo te reciben, sino en cómo te dejan ir. La diferencia entre una buena iglesia y una secta, no es como te reciben, sino cómo te despiden. Cuando sales de una iglesia ‘maldecida’ ese no es el espíritu de Cristo o de una iglesia sana.
¿Qué hacemos cuando alguien se va de nuestra iglesia a otra iglesia? Hay que tener claro que uno no puede pastorear a alguien que no quiere seguir tu voz.
Entonces, ¿Qué alimentación estamos dando? Porque la oveja se va a ir donde haya la mejor alimentación. Si alimentamos a nuestras ovejas bien, no van a saltar más.
Cuando alguien sale de una iglesia herida, no es el espíritu de Cristo. Dejemos de maldecir a la gente, hay que bendecirlos porque nunca sabemos cuando volverán.
Hay personas que van a ser llamados a ir a otra iglesias. El problema es cuando queremos que ellos se queden y levantamos el cerco para que no se vayan.
“Amor Serrano” significa que más que me pegas, más te quiero. Esta no es la manera para pastorear a las personas. A veces es bueno ser corregido, pero la corrección no es una dieta sana para todos los días. Una dieta sana es fe, esperanza, amor; levantando a las personas para que florezcan en la casa de Dios.
Que la iglesia sea un lugar de vida y no de muerte. Que tu vida sea mejor que antes que llegaste a nuestra iglesia, aún si te quedes o te vayas.
2. El padre estuvo ahí cuando el hijo pródigo volvió.
Para el Hijo Pródigo, su padre le bendijo, no le maldijo. No solamente bendecir las personas que se van bien de nuestra iglesia, pero también a los que no les va bien. Cuando el hijo pródigo volvió, el padre estaba ahí. ¿Qué le hubiera pasado al hijo, si el padre no hubiera estado ahí y le hubiera respondido ‘Me hiciste daño, me heriste.
3. La Iglesia nunca debe ser carga.
Que pena cuando piensan ‘no puedo volver a esa iglesia’ porque salieron maldecidos. Cuando la iglesia es el lugar donde más necesitan ir.
Mantengámonos con la palma abierta, porque las ovejas no son nuestras, son de Jesús.
Nosotros no morimos por ellos, Jesús lo hizo.
Una iglesia es un grupo de personas que desean ir al cielo juntos. No por obligación, pero porque desean hacerlo.
La iglesia nunca debe ser una carga. La iglesia es siempre un grupo de personas que pasan la vida juntos, creciendo, orando, comiendo y llorando. Esto no solo es un sueño, sino que puede ser una realidad.
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