Temas a tratar:
Desarrollo:
Apocalipsis 11:1- 4 (RVR1960)
“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”
1. Dos testigos
¿Quiénes son los dos testigos?
La biblia los menciona: El Espíritu Santo y la Palabra de Dios.
¿Quien da testimonio en mi vida de que esto es real?
El espíritu santo que vive en mi da testimonio de Jesús y su palabra da testimonio de la verdad.
La Biblia te lee a ti porque es viva y eficaz (Hebreos 4:12).
El olivo es el aceite que entra en el candelabro, el aceite es el Espíritu Santo.
El candelabro es una lámpara a tus pies (Salmos 119:105).
Ambos testifican de Jesús y nos ayudan a entender quién es él.
El Espíritu Santo siempre apunta a Jesús, y la palabra siempre revela a Jesús.
Qué sería de nosotros sin la guia del Espiritu Santo y la Palabra de Dios.
La palabra hace la obra (Isaías 55:11).
No hago lo que la Biblia dice porque lo entienda, sino que al hacerlo entiendo porque lo dice. Confía en la palabra.
Te pueden debatir en muchos temas pero no pueden debatir lo que Dios ha hecho en ti, ese es tu testimonio
2. Dios está midiendo
Dios está midiendo a su pueblo con su palabra.
En el Antiguo Testamento, la plomada o la vara de medir (Amos 7:7-8 / Zacarías 1:16) ayudaba a ver donde estaba desnivelada la pared.
Su palabra nos muestra que parte de nuestra vida hay que enderezar.
Dios siempre está midiendo su templo. Tú eres el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16).
Él siempre está examinando tu corazón (Proverbios 21:2 / 24:12).
No solo está midiendo tu vida, sino también la iglesia.
Recuerda: Somos la Iglesia.
¿Qué pasa sobre el altar? Sacrificio.
Dios mide el sacrificio de su pueblo porque el sacrificio muestra amor.
No hay amor sin sacrificio. El amor da a costo de uno mismo para beneficio de otro.
Nuestro amor está siendo medido, ¿que estás dispuesto a dejar por amor?
Dios mide el corazón de la alabanza.
Cuando estamos en la presencia de Dios conectados en adoración milagros suceden, vidas son cambiadas.
3. Nunca es obligación
¿Y los que están afuera? Dios no los va a medir.
Los que no están en sacrifico ni adoración, a ellos los dejará afuera.
No hablamos de obligación. Cuando es amor nunca es obligación, es voluntad.
Hebreos 4:16 (NTV)
“Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.”
Hay gracia para entrar, para alabarlo y adorarlo.
Puedes entrar porque lo que te falta, Dios lo suple.
Hay confianza para poder entrar.
Dios en su amor siempre está midiendo, siempre está observando.
Cuando Dios nos mide es por su amor, no te mide por la misma razón que el mundo.
Dios mide si nuestro sacrificio es de corazón, si es por amor o por obligación.
Create your
podcast in
minutes
It is Free