Debemos proponernos en nuestro corazón cambiar, o sea permitir que el Espíritu Santo cree en nosotros una nueva forma de vivir. Ser agradecidos produce gozo y debe ser una manera de vivir. Pablo lo diría así: “Regocijaos en el Señor siempre y otra vez os digo regocijaos” (Fil 4:4). Es como si nos dijera “agradeced al Señor siempre y otra vez os digo agradeced”. ¡¡¡Amen!!!
Create your
podcast in
minutes
It is Free