Durante casi tres años que los ciudadanos chinos se han enfrentado a una de las únicas naciones en el mundo, que ha implementado los controles más rigurosos para tratar de contener la pandemia del Covid19 y si bien en el primer año de la pandemia, China a pesar de tener una población de más de 1,300 millones de habitantes, tuvo relativamente pocas muertes (5200) comparado con la situación en Estados Unidos, cuyas muertes fueron excesivas (1,09MM)
Sin embargo, gran parte del mundo ha liberado los controles del virus y China es el único lugar que todavía mantiene cuarentenas (más de 300 millones de personas se encuentran en algún tipo de cuarentena) y otros estrictos controles, como códigos QR que la población debe marcar en distintos lugares, para obtener acceso.
La cuarentena le ha puesto una presión importante a la economía china, además de un sinfín de situaciones lamentables que tiene que vivir la población.
Un incendio en Urumqi en la provincia de Xinjiang, despertó la ira de miles de manifestantes en diferentes ciudades, pidiendo libertad y que cesen los controles, unas protestas no vistas desde la masacre en la plaza de Tiananmén en 1989.
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