Resuelto a ganar protagonismo internacional, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dejado en claro que el Sur también existe y que debe ser tomado en cuenta. Y eso implica a Sudamérica, donde se propone volver a impulsar la integración, con una cumbre que ha convocado para el 30 de mayo. La intención es dejar de lado las "cargas ideológicas”, un impedimento que ha torpedeado ya tantas iniciativas, como la de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), que quedó reducida con la retirada de varios miembros.
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