Él quiere tener una relación personal contigo. Jesús no es una religión es una relación. La manifestación permanente de Su presencia en nuestra vidas debería ser una de nuestras búsquedas permanentes.
Notas de esta prédica:
1. Introducción
Cual ciervo jadeante en busca del agua,así te busca, oh Dios, todo mi ser. 2 Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme ante Dios? 3 Mis lágrimas son mi pan de día y de noche, mientras me echan en cara a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?» 4 Recuerdo esto y me deshago en llanto: yo solía ir con la multitud, y la conducía a la casa de Dios. Entre voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración. 5 ¿Por qué voy a inquietarme?
¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! 6 Me siento sumamente angustiado; por eso, mi Dios, pienso en ti desde la tierra del Jordán, desde las alturas del Hermón, desde el monte Mizar. 7 Un abismo llama a otro abismo en el rugir de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas se han precipitado sobre mí. 8 Ésta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe. 9 Y le digo a Dios, a mi *Roca: «¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar de luto y oprimido por el enemigo?» 10 Mortal agonía me penetra hasta los huesos ante la burla de mis adversarios, mientras me echan en cara a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?» 11 ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
•¿Cuál de tus perlas tiene mayor valor?
Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
2. Tema Central:
Aquel mismo día dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetross de Jerusalén. 14 Iban conversando sobre todo lo que había acontecido. 15 Sucedió que, mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; 16 pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados.
17 —¿Qué vienen discutiendo por el camino? —les preguntó.
Se detuvieron, cabizbajos; 18 y uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo:
—¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no se ha enterado de todo lo que ha pasado recientemente? 19 —¿Qué es lo que ha pasado? —les preguntó.
—Lo de Jesús de Nazaret. Era un profeta, poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo. 20 Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron; 21 pero nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel. Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto. 22 También algunas mujeres de nuestro grupo nos dejaron asombrados. Esta mañana, muy temprano, fueron al sepulcro 23 pero no hallaron su cuerpo. Cuando volvieron, nos contaron que se les habían aparecido unos ángeles quienes les dijeron que él está vivo. 24 Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.
25 —¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! 26 ¿Acaso no tenía que sufrir el *Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?
27 Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
28 Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos. 29 Pero ellos insistieron:
—Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche. Así que entró para quedarse con ellos. 30 Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. 31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 32 Se decían el uno al otro:
—¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras? 33 Al instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron a los once y a los que estaban reunidos con ellos. 34 «¡Es cierto! —decían—. El Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón.»
35 Los dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió el pan.
• Durante esta serie vamos a aprender para qué es que Dios quiere manifestarnos su presencia:
1.- Dios no quiere que lo aprendas, quiere que le creas: v. 25 – 27
• ¿alguna vez haz tenido hambre de verdad? ¿sed de verdad?
Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi *alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. 2 Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. 3 Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. 4 Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. 5 Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca. 6 En mi lecho me acuerdo de ti;
pienso en ti toda la noche. 7 A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda.
2.-¿Qué hace que tu Espíritu arda?: v. 32
Vuelve a caminar por donde estabas caminando antes
Así dice el Señor: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos.”
3.- Si tu presencia no me acompaña, no me muevo:
Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor. 15 —O vas con todos nosotros —replicó Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí.
• Un buscador siempre recibirá y recibirá más
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.
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