CAPITULO CUATRO: LA JUSTICIA ES SATISFECHA.
EL ALTAR DE BRONCE ÉXODO 27:1-8
El altar de bronce representa el clamor de la santidad y la justicia de Dios que debe de ser satisfecha antes de que pueda tener una relación con el hombre y bendecirlo.
Yo soy el Señor su Dios. Por lo tanto, ustedes se santificarán, y serán santos, porque yo soy santo. Así que no se contaminen con ninguno de los animales que se arrastran por la tierra Levítico 11:44
Cualquier desobediencia a la ley debe de ser castigada, por una persona o un sustituto.
Sacrificio: Es una entrega voluntaria de algo valioso.
¿Por qué Dios requiere de un sacrificio de sangre? Porque la vida está en la sangre.
Porque la vida de toda criatura está en la sangre. Yo mismo se la he dado a ustedes sobre el altar, para que hagan propiciación por ustedes mismos, ya que la propiciación se hace por medio de la sangre. Levítico 17:11
Cuando tú has dado tu sangre, tú has dado tu todo.
Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Juan 1:29
Jesús fue el sacrificio, el sacerdote y también el sumo sacerdote.
Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. 1 Pedro 2:24
La ira de Dios es satisfecha y yo soy justificado.
Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Romanos 5:9
Aceptar a Jesús como mi sustituto, me hace aceptable delante de Dios.
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios. 2 Corintios 5:21
Entiendan esto, hermanos: el perdón que ustedes no pudieron alcanzar por medio de la ley de Moisés, lo reciben por medio de Jesús. Todo el que tiene fe en él es aprobado por Dios. Hechos 13:38
Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: 2 Corintios 5:18
Comprometerme completamente a Dios es ahora mi sacrificio.
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual,[a] ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Romanos 12:1
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24
Amar a Dios por encima de todo es lo que más desea Dios de mí.
Y circuncidará el Señor tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames al Señor Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. (RVR) Deuteronomio 30:6
LA VERDAD PARA CREER: DIOS ME ACEPTA
CAPITULO CINCO: CORAZONES LIMPIOS, MANOS LIMPIAS
LA FUENTE DE BRONCE EXODO 30:17-21
En el momento de la dedicación cada sacerdote recibía un baño completo, después el sacerdote solo se debía de lavarse diariamente.
Ahora todos somos sacerdotes y tenemos un sumo sacerdote.
También ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo… Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:5
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, aquel que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en el cielo, el que sirve en el santuario, es decir, en el verdadero tabernáculo levantado por el Señor y no por ningún ser humano. Hebreos 8:1-2
Así como el sacerdote solo una vez necesita un baño completo y luego lavarse diariamente lo mismo sucede con nosotros.
El nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo Tito 3:5
¿Qué pasa cuando los cristianos pecan? Encuentro la limpieza de mi vida en la Palabra de Dios.
Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad. Juan 17:17
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla. Santiago 1:22-25
VERDAD PARA CREER: DIOS ME LIMPIA Y ME PERDONA.
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