En esta meditación, Abelardo de Armas nos exhorta a recibir a María como Madre nuestra, como un niño recibe a su madre, como un niño quiere a su madre. En la medida que crecemos y nos vamos haciendo adultos, nos independizamos de nuestra madre y esto es un error. Tenemos que evitarlo a toda costa.
Create your
podcast in
minutes
It is Free