Era diácono de la Iglesia en Roma y murió mártir en la persecución de Valeriano, cuatro días después de Sixto II, papa, y sus compañeros, los cuatros diáconos romanos. Su sepulcro se halla junto a la vía Tiburtina, en el campo Verano; Constantino Magno erigió una basílica en aquel lugar. Su culto se había difundido en la Iglesia ya en el siglo IV.
Create your
podcast in
minutes
It is Free