En el episodio de hoy hablo de un tema que me apasiona. Como sabrás, soy un entusiasta del entrenamiento mental y la filosofía de la escalada. Para mí, esto es mucho más que un deporte, y es precisamente ese trabajo mental y emocional el que hace que me enganche tanto, el que hace que esté aquí delante del micro contándote todo esto.
Cuando empecé el podcast grabé un par de episodios E03 E04 sobre el miedo a las caídas, que si no los has escuchado te los recomiendo, no tienen desperdicio. Sé que es un tema que te interesa, claro, cómo no iba a ser de otra forma. Pero antes de seguir ahondando en el miedo a las caídas, quiero hablarte del otro miedo principal, más oculto, y menos consciente que limita el rendimiento de casi todos los escaladores.
El miedo al fracaso.
“He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. En 26 ocasiones me han confiado el tiro decisivo de un partido y he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida; y es precísamente por eso que he conseguido el éxito” -Michael Jordan
Este episodio es para todos los públicos, para ti que estás empezando a escalar, para que siempre te quedes con la mentalidad del principiante y abraces el cambio, la variedad y el fallo como el camino al aprendizaje y al disfrute. Y a tí que ya eres un escalador experimentado, para que te cuestiones tus hábitos y te plantees formas diferentes y eficientes de mejorar como escalador.
Seguro que conoces a escaladores que están convencidos de que no escalan mejor porque no son lo suficientemente fuertes…dicen que les falta explosividad, resistencia, fuerza de dedos, hacer 20 dominadas, bloqueo de bíceps…
Sin embargo, por mucho que entrenen no consiguen alcanzar ese grado que se les escapa. Están llamando a la puerta equivocada. La verdadera razón por la que están totalmente focalizados en la fuerza, es porque inconscientemente están evitando atacar a las verdaderas debilidades. En la escalada son dos principalmente, el miedo a las caídas y el miedo al fracaso.
Lo que pasa con el miedo al fracaso es que normalmente no es consciente, porque amenaza a tu ego, y tu inconsciente va a hacer lo posible para que ignores esa amenaza, y por tanto enfrentarse a este miedo supone un esfuerzo y un reto personal mayor que hacer dominadas, campus o TRX…
Síntomas del miedo al fracaso en la escalada
Te cuento una anécdota para que lo veas todavía más claro:
Hace unos años, ya había escalado unas decenas de 7as y un par de 7bs. Sin embargo, en el patio de mi casa, los Cahorros, había un 7a super comercial, la Chévere, que nunca nunca me había atrevido a probar, y mira que es una vía que siempre está montada y siempre tiene las cintas puestas. Precisamente por eso, sabía que era un 7a duro, quizás 7a+ incluso, y que me iba a costar mucho, a pesar de que ya había encadenado varios 7a+ y algún 7b. En mi subconsciente quería mantener mi status de escalador de 7b, y no me atreví a probar la vía hasta que un día me quede solo en el sector y escalé con un desconocido… Hoy reconozco bien por qué no había probado la vía anteriormente. Todo el mundo la conoce, y me sentía juzgado si mi rendimiento no era bueno. Si me caigo en una vía dura y poco conocida mi ego no se ve amenazado, pero, si me caigo en una sección fácil de una vía conocida delante de todos mis amigos, ¿Cómo me siento? ¿Dónde se queda mi status?
El miedo al fracaso es inconsciente
El problema del miedo al fracaso, es que la mayoría de los que lo sufrimos no somos conscientes de él. A no ser que tengas a alguien que te de un feedback objetivo, o que te embarques en una búsqueda de mejora y desarrollo como escalador y personal es raro pararse a analizarse de esta forma. Por eso, si alguno de los ejemplos que te he puesto te resuenan estás de suerte! Ya sabes donde tienes un amplio potencial de mejora.
La actitud ideal entonces es la contraria. El fracaso es una parte central e importantísima del aprendizaje en la escalada. Para romper con los plateaus en el rendimiento, para motivarte, para darte feedback si no tienes un entrenador, incluso para que luego sepa a gloria cuando consigues encadenar tu proyecto. Fallar no debe ser algo que evitar, sino el foco de tu atención, debes buscar conscientemente las situaciones en las que falles, te caigas, dudes, te tiemblen las piernas y tengas visión de túnel… Porque ahí es donde se encuentra el fruto de la mejora como escalador.
Origen
Antes de atacar el miedo al fracaso, es importante saber de dónde viene, por qué todos lo tenemos en mayor o menor medida y por qué ha sido importante para el ser humano.
A nivel evolutivo, nuestro cerebro ha sido moldeado a la medida de los cazadores recolectores. Hace 70000 años, los humanos vivían en grupos, tribus de como mucho 150 individuos, y la supervivencia de los individuos se basaba en la seguridad del grupo. Si un individuo hacía algo que provocara su expulsión de la tribu, su muerte era casi segura, así como nulas eran su capacidad de reproducción. Por el contrario, aquellos que eran aceptados, incluso admirados, cuyas habilidades sobresalían entre sus colegas, tenían muchas más posibilidades de supervivencia y reproducción.
El miedo al fracaso es una adaptación evolutiva grabada en nuestro cerebro más primario, es un código que tenía un sentido en una situación concreta hace 70000 años, pero que poco sentido tiene a la hora de mejorar en la escalada.
No te vas a convertir en un paria por caerte en tu proyecto. De hecho a la gente le importa bien poco lo bien o mal que escales en un momento concreto. Plantéate lo importante que es para tí como escalan tus amigos… Relativamente poco, si acaso, puede que si alguien escale algo peor un día te sientas mejor por comparación, pero seguro que no vas a dejarte de tomar una cerveza con tu compi de cordada porque tenga un día malo en la roca.
¿Cómo afrontarlo?
Ahora que ya sabes que este miedo es común, es universal, y que no solo no tiene sentido, sino que te limita el aprendizaje y el disfrute de una forma radical, es hora de quitárselo de encima. La única forma de atacar este miedo es afrontarlo, ya sea poco a poco o de cabeza y de golpe… Eso depende de ti.
Al contrario que con el miedo a las caídas, en este caso, creo que es más efectivo afrontarlo de golpe y de cabeza, de la forma más deliberada posible. Grábate a fuego el siguiente mantra :
-No fallar regularmente, es el fracaso definitivo para alcanzar tu potencial como escalador.
Venga! Ahora a la práctica, diviértete a costa de darle unos cuantos puñetazos a tu ego. Busca activamente las situaciones que expongan tus debilidades, cuando parezcas un escalador totalmente principiante, donde te tiemblen las piernas, donde no sepas la técnica.
Busca ponerte delante del mayor número de gente posible y escala en el estilo que peor se te de. Escala sin ropa! Jajajaja, eso solo en la intimidad. Cuéntale tus metas a todo el mundo, da igual que las consigas como que no, inténtalas y cuéntale a tus amigos cómo has fallado.
Si puede haber gente haciéndote fotos y videos mejor que mejor.
Busca la situación en la que tengas peor rendimiento comparado con tus colegas y escala con la mayor gente posible alrededor.
Para mí, mi nemesis es el rocódromo. En especial, los bloques cortos, comprimidos y desplomados en los que mi metro 85 juega en mi contra. Hace poco relativamente que he empezado a escalar en rocódromo y normalmente la gente que escala conmigo en mi grado en roca, cuando llegan al rocódromo juegan en dos o tres ligas superiores a la mía. Yo de hecho, después de casi 9 años escalando llego al roco, y me caigo en los mismos bloques que gente que lleva escalando un año o dos. Pues ahí es donde tengo mi mayor potencial de mejora, ahí y no en una placa vertical de 40 m. de 7b+ donde se moverme perfectamente y además me quedan fotos chulas… No, al roco a ponerme fuerte, a caerme, y a domar al ego, ese monstruo de 1000 cabezas, al que poco a poco vamos cortando una a una.
El principal efecto de esta terapia de choque es recuperar la mentalidad del principiante, recuperar el sentimiento de no tener nada que perder por probar una vía o un bloque, de jugar y disfrutar con el fracaso.
No eres una escalador perfecto, cometes errores, te saltas catos, arrancas la moto, te tiemblan los pies, gritas “al loro” con voz de pito para caerte a los dos segundos. Todos lo hacemos, todos, y es fácil olvidar que es así. Sin embargo, quitándote de encima el barniz del miedo al fracaso vas a poder ver tus errores por lo que son y ponerles remedio. Puede dejarte de tonterías por fin y ponerte a escalar. A través de tus errores en público, te expones a consejos y feedback de la gente que tienes alrededor y aprendes nuevas técnicas, refinando tus habilidades.
Es posible que como yo, no tengas apenas miedo a volar, y sin embargo el miedo al fracaso te limite, o al revés o que tengas una mezcla de ambos… En cualquier caso, prácticamente todos los escaladores tenemos a estos dos cabroncetes como nuestros principales limitadores del rendimiento.
Bien, pues hoy para terminar te dejo una tarea! Cuéntame cual es tu situación más embarazosa, qué es lo que se te da peor, y cuando te aterroriza ponerte a escalar con público, verás cómo nos divertimos con las respuestas!!
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El mundo es tu rocódromo, sal ahí fuera y disfrútalo!
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