Objetivos y obstáculos
Cada gran invención, cada hazaña extraordinaria, cada encadene épico empieza como un mero pensamiento en el cerebro, como unos cuantos impulsos eléctricos coordinados de forma específica formando el deseo de hacer algo y la voluntad de conseguirlo. De ese germen, gracias a la acción focalizada, este pensamiento se transmuta en una acción, un objeto, unas consecuencias. Este proceso increíble de transformar pensamientos en actos y consecuencias está grabado en la naturaleza humana. Estamos por tanto programados para perseguir y conseguir objetivos.
Cuando estableces y avanzas hacia grandes objetivos, por supuesto encontrarás grandes obstáculos en el camino. De hecho los obstáculos son la otra cara de la moneda de los objetivos. No puedes alcanzar grandes objetivos sin sobreponerte a grandes obstáculos.
Por eso, quizás en vez de tratar de evitar estos obstáculos en la búsqueda del confort, puedes buscarlos activamente como buenos indicadores de crecimiento… como los maestros que te van a llevar a tu objetivo.
Como los más grandes escaladores, también tú puedes romper tus barreras personales, y el primer paso para esto es tu imaginación, es visualizarte escalando esa vía que te inspira. A partir de ahí tendrás que aprender a perseverar, a superar obstáculos y a re-encuadrarlos como espejos que te muestran debilidades en vez de rocas inamovibles, gendarmes en mitad de tu camino.
“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”
Objetivos y resultados
De todo lo que he hablado antes se desprende que tus resultados son proporcionales a tu habilidad de poner buenos objetivos que te motiven. Entonces, el simple acto de establecer un objetivo es el primer paso, un primer paso de gigante en el camino hacia conseguirlo.
Una buena meta te señala la dirección correcta y te proporciona energía, motivación para conseguirla. Motivación que necesitas para enfrentarte a los obstáculos que se despliegan ante ti cuando empiezas a recorrer el camino hacia tu objetivo. Por eso funciona tan bien la creación de metas complementarias, que se retroalimenten entre ellas, y que te proporcionen la suficiente motivación para que no abandones.
Hoy te voy a hablar de tres tipos de objetivos y de la relación que puedes establecer entre ellos:
Tipos de objetivos
Por una parte tienes los objetivos de resultado, que son metas potentes, concretas que proporcionan indicadores claros a perseguir y te llenan de motivación. Puede ser una lista de vías que quieres escalar, un grado nuevo que quieres alcanzar, o una vía en concreto que es tu sueño. Pueden ser metas de entrenamiento, como hacer 20 dominadas, aguantar 10 segundos en una regleta de 8 mm o perder 4 kilos. Las metas de resultado funcionan mejor cuanto más específicas sean y además es imprescindible ponerles una fecha para que funcionen.
No es lo mismo declarar, mi objetivo es escalar 7b, que mi objetivo es escalar 7b en Cogollos antes de otoño de 2020. Esta última meta está muy bien definida, y te será más fácil establecer los pasos o objetivos más a corto plazo a ir consiguiendo para mantenerte en el camino adecuado.
Puedes establecerte metas de resultado a corto, medio y largo plazo; y lo ideal es que combines los 3, estableciendo primero una meta muy motivadora a largo plazo y que la desgranes en objetivos más pequeños que te marcarán el camino a seguir.
Pero las metas de resultado por muy motivadoras que sean, te pueden hacer perder la perspectiva de por qué escalas, tienen el potencial de llevarte lejos, pero también de frustrarte y obsesionarte si no las has elegido bien. Pueden hacerte perder la visión del proceso, del camino necesario para llegar a ellas, y lo peor, perder el disfrute del día a día en pos de ese encadene efímero que solo dura un instante. Por eso, como te conté en el episodio 10 de la mentalidad del crecimiento, es muy importante tomarse las metas de resultado en serio, pero no de forma personal. Y para ayudarte a eso, establecer objetivos de proceso o de mejora se convierte en una herramienta muy potente para balancear a los objetivos de resultado.
Por objetivos de proceso me refiero a habilidades que debes mejorar para alcanzar esos resultados que te has marcado, por ejemplo, mejorar tu técnica de pies en placas finas, escalar de forma más eficiente las vías largas, controlar mejor la ansiedad frente a un aleje, aprender tácticas para aprovechar al máximo tu energía en un día de roca… Da igual el nivel en el que escales, siempre puedes establecer metas de proceso para mejorar tu escalada, siempre puedes acercarte un poco más a la maestría. Revisa las metas de proceso a diario, al principio de cada sesión, y le darás un enfoque más sano y duradero a tus objetivos de resultado.
Por último estarían los objetivos complementarios, que son ni más ni menos, que objetivos que te motivan y que no tienen por qué llevarte hacia tus objetivos mayores. Son objetivos que te van ayudar a mantener esa chispa por la escalada, a mantener la mentalidad del principiante, del juego. Puede ser hacer el reto del cumpleaños, en el que escalas tantos largos en un día como años cumples. Pueden ser cosas sencillas como ser tú el que ponga las cintas de tus vías, o intentar siempre que puedas hacer las vías al flash o a vista en el primer pegue, independientemente de si encadenas o no… Si eres muy analítico tu meta puede ser caerte intentando una vía, aunque no conozcas del todo la secuencia que tienes que realizar… Puedes querer hacer 3 vías de un grado que hasta hace poco era muy difícil para ti en una sola sesión, o coger tu proyecto del año pasado y usarlo para hacer circuitos. Ten imaginación, déjate llevar por tu motivación y recuerda que al final escalas por disfrutar, de una forma o de otra, y por muy bien o mal que te vaya en tus encadenes, si pierdes ese disfrute, para mi no tiene sentido escalar duro.
¿Cómo marcarte buenos objetivos?
Ahora que ya sabes los tipos de objetivos que puedes marcarte voy a hablarte de la estrategia que puedes seguir para ponerlos. De una serie de pasos que puedes dar para asegurarte de que no se quedan en un mero pensamiento vago en tu mente mientras escuchas este podcast.
Son los siguientes:
¿Qué te parece? ¿Te atreves a marcarte unos objetivos potentes para 2020? Parte de los míos ya los conoces, y ahora me pondré a desgranarlos en otros más pequeños, en otros de proceso y en algunos complementarios que le den salsa al proceso.
¿Te animas a compartir los tuyos?
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El mundo es tu rocódromo, sal ahí fuera y disfrútalo!
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