Empiezo hoy con mucha alegría una serie de amor para recordarles a las madres como yo, que la maternidad no es un camino en búsqueda de la perfección sino de la aceptación plena. Un camino cargado de retos que puede visualizarse con amor y esperanza cuando aprendemos a ver los tropiezos como oportunidades de aprendizaje.
Este primer artículo, que también presentaré en video y podcast tiene un gran mensaje de amor para cada una de ustedes: "Querida madre: No necesitas ser perfecta para ser la madre perfecta para tus hijos."